La relación empleador-empleado del servicio doméstico no está exenta de conflictos, puesto que esta relación se desarrolla en un ámbito muy delicado y sensible, el hogar familiar. Hemos creado una breve lista con las características del buen empleador y el buen empleado del servicio doméstico.

Para conocer más sobre este tema, tenemos un servicio de mediación familiar, en el que nuestra psicóloga analiza los puntos causantes de conflictos y ofrece claves para solucionarlos. Ver aquí 

Sentar unas bases de respeto y convivencia será la mejor manera de establecer una relación cordial y duradera, pues esto beneficia a todos los miembros de la familia, al empleado y redunda en el buen ritmo del hogar.

Ser respetuosos con la otra persona, respetar la normativa legal, cumplir con las obligaciones son aspectos imprescindibles para que la relación empleador-empleado sea la deseada.

EL BUEN EMPLEADOR:

  1. Es amable.
  2. Es respetuoso en el trato.
  3. Crea un ambiente de trabajo cordial.
  4. Es flexible.
  5. Paga puntualmente.
  6. Respeta los descansos, permisos y vacaciones.
  7. Sabe explicar cómo le gustan las cosas, sin que el empleado se sienta incómodo.
  8. Cumple con la normativa legal.
  9. No abusa de su empleado.
  10. Se esfuerza por que su empleado se sienta a gusto trabajando en su casa.

EL BUEN EMPLEADO:

  1. Es amable.
  2. Es puntual.
  3. Es respetuoso.
  4. Presta atención a su aspecto y aseo.
  5. Es cordial y discreto.
  6. Cumple con sus obligaciones.
  7. Acaba sus tareas.
  8. No abusa de su empleador ni le pone en situaciones incómodas.
  9. Es receptivo a cualquier sugerencia o cambio y a aceptarlo de buen grado.
  10. Se esfuerza por hacer bien su trabajo y que el empleador se sienta cómodo con él.

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Hemos elaborado un Manual de Servicio Doméstico, es una completa y útil guía de formación para personas que trabajan como empleados de hogar, puedes consultar el temario y descargarlo aquí