La relación empleador-empleado del servicio doméstico no está exenta de conflictos, puesto que esta relación se desarrolla en un ámbito muy delicado y sensible, el hogar familiar. Hemos creado una breve lista con las características del buen empleador y el buen empleado del servicio doméstico.
Para conocer más sobre este tema, tenemos un servicio de mediación familiar, en el que nuestra psicóloga analiza los puntos causantes de conflictos y ofrece claves para solucionarlos. Ver aquí
Sentar unas bases de respeto y convivencia será la mejor manera de establecer una relación cordial y duradera, pues esto beneficia a todos los miembros de la familia, al empleado y redunda en el buen ritmo del hogar.
Ser respetuosos con la otra persona, respetar la normativa legal, cumplir con las obligaciones son aspectos imprescindibles para que la relación empleador-empleado sea la deseada.
EL BUEN EMPLEADOR:
- Es amable.
- Es respetuoso en el trato.
- Crea un ambiente de trabajo cordial.
- Es flexible.
- Paga puntualmente.
- Respeta los descansos, permisos y vacaciones.
- Sabe explicar cómo le gustan las cosas, sin que el empleado se sienta incómodo.
- Cumple con la normativa legal.
- No abusa de su empleado.
- Se esfuerza por que su empleado se sienta a gusto trabajando en su casa.
EL BUEN EMPLEADO:
- Es amable.
- Es puntual.
- Es respetuoso.
- Presta atención a su aspecto y aseo.
- Es cordial y discreto.
- Cumple con sus obligaciones.
- Acaba sus tareas.
- No abusa de su empleador ni le pone en situaciones incómodas.
- Es receptivo a cualquier sugerencia o cambio y a aceptarlo de buen grado.
- Se esfuerza por hacer bien su trabajo y que el empleador se sienta cómodo con él.
Más información sobre contratación aquí
Hemos elaborado un Manual de Servicio Doméstico, es una completa y útil guía de formación para personas que trabajan como empleados de hogar, puedes consultar el temario y descargarlo aquí