En cada hogar debe existir un botiquín, sobre todo si tenemos niños, ya que en cualquier momento podemos sufrir algún percance que requiera una cura.
Tener el material necesario a mano, contribuirá a que no se infecten las heridas y que podamos atenderlas enseguida. Nuestro buen criterio nos dirá cuando una herida requiere cuidados profesionales.
Utilizaremos un pequeño armario fuera del alcance de los niños, que deberá contener:
Medicinas:
- Para tratar la fiebre y el dolor: paracetamol e ibuprofeno;
- Una crema para quemaduras.
- Una crema para picaduras.
- Crema antiinflamatoria.
El resto de medicinas, sobre todo si se necesitan a diario, deben estar guardadas en otro lugar diferente, y no olvidemos llevar a la farmacia las que están caducadas.
Material:
- Un termómetro digital.
- Unas tijeras.
- Unas pinzas para depilar y una lupa nos ayudará a extraer cosas clavadas.
- Gasas.
- Esparadrapo.
- Tiritas.
- Vendas.
Desinfectantes:
- Toallitas de alcohol para desinfectar nuestras manos antes de hacer una cura.
- Alcohol etílico 96º sólo para desinfectar las pinzas y tijeras, nunca aplicar en la herida.
- Suero fisiológico para limpiar la herida.
- Para desinfectar las heridas, usar clorhexidina en solución acuosa, que desinfecta bien y no escuece, o yodopovidona.
El botiquín debe estar siempre a punto, debemos reponer lo que se vaya agotando, hay que tenerlo siempre a punto. Además, es conveniente guardar un listado con los teléfonos de utilidad en caso de emergencia, como el centro de salud o el número en el que podamos hablar con un médico en caso de ser necesaria alguna consulta.
¡Esperemos que lo tengáis que usar lo menos posible!.
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