En verano, el aire acondicionado se usa a diario; después de todo el invierno de inactividad es necesario llevar a cabo unas acciones de puesta en marcha que garanticen su pleno rendimiento durante los meses más calurosos del año.

La puesta a punto de los aparatos de aire acondicionado alarga su vida, optimiza su rendimiento, garantiza un mayor confort térmico y consume menos energía.

Por todo ello, debemos ponerlos a punto con la llegada del calor y prepararlos para rendir a tope otra temporada más.

Encender el ventilador: Los equipos, que han estado inactivos durante varios meses, acumulan polvo, por lo que se recomienda encender el ventilador y dejarlo funcionando durante dos o tres horas.

Limpiar los filtros: abre la carcasa de la unidad interior, retira los filtros, limpia el polvo y lávalos con agua y jabón suave, (el de la cocina es adecuado), sécalos suavemente con papel de cocina y colócalos de nuevo. Esto se debe hacer varias veces al año, pues ayuda al rendimiento y asegura un aire limpio.

Comprueba la unidad exterior: pues ésta forma parte de nuestro aparato de aire acondicionado, y asegúrate que no hay  nada que la obstruya, como hojas de plantas, papeles…, revisa el tubo y comprueba que no tiene desperfectos ni roturas, intenta limpiar la unidad  y retirar la suciedad acumulada en las rejillas; si es un tanto engorroso, llama a un profesional, que en un momento lo deja limpio con aire a presión.

Limpia la unidad interior: con un paño mojado con agua y jabón para eliminar el polvo y la suciedad acumuladas, sobre todo en las rejillas.

Las pilas del mando deben ser retiradas cuando no usemos el aire acondicionado durante el invierno para evitar que se sulfaten.

 

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