La plancha es una de las tareas de casa que más pereza suelen dar, pero es tan importante como cualquier otra, pues ir con la ropa bien planchada crea una imagen de nosotros favorable en los demás.
Además es muy agradable tener nuestra ropa bien planchada, ya sea la de vestir o los textiles de casa. No te vamos a decir que tenemos unos trucos infalibles para planchar en cinco minutos, (ojalá), pero si establecemos un orden, la tarea de la plancha será más llevadera y optimizaremos el tiempo de plancha.
- Lo primero es tender la ropa de la mejor manera posible y al acabar la lavadora para que no queden demasiadas arrugas una vez que la recojamos. Compra pinzas que no aprieten demasiado para que no dejen marcas. Los pantalones tiéndelos hacia abajo, así su peso los irá estirando. Las camisas cuélgalas de una percha, y si es posible las camisetas también; si no, cuélgalas de la parte de abajo; si las colgamos por la mitad les dejaremos una raya en medio.
- Repasa la base de la plancha y comprueba que está limpia de residuos o manchas.
- La plancha debe estar a la temperatura indicada para cada prenda, por lo que aconsejamos que la separes por tejidos, para no andar modificando todo el tiempo el termostato.
- Empezar a planchar por las costuras y pinzas, que le dan la forma a la prenda.
- Mejor si vamos dando vapor a las prendas o a la función de la plancha que libera un chorrito de agua. Las prendas húmedas son más fáciles de planchar.
- Plancha las prendas siguiendo la dirección del tejido para evitar deformaciones y bolsas.
- Usa un pañuelo o trapo de cocina sobre las prendas para evitar brillos.
- La primera vez que se plancha una prenda es conveniente hacer una prueba en una parte escondida.
- Hay que planchar con movimientos ligeros, sin apretar demasiado ni tampoco ir muy lentos.
- Dobla bien la ropa y guárdala en cuanto acabes, y sobre todo: ¡no dejes que se te acumule la plancha!.